Que la vida

está compuesta de hechos encadenados unos a los otros. Que a veces se gana y otras se pierde. Que nos caemos al suelo una y otra vez, pero lo que realmente cuenta son todas las veces que después nos levantamos. Que es curioso como cambian las cosas, todo lo que puede ocurrir en un breve espacio de tiempo. Que las cosas nunca suceden porque sí.

Que las casualidades no existen

es algo que tengo claro, se trata simplemente del destino enlazándonos.

Coge

 busca una silla y espera a que me importe ;)

Hay recuerdos que se quedan grabados en la mente.

Y ahí se van a quedar para siempre, jamás se irán.

Tal vez ese primer beso, el sonido de su risa, el estreno de una película que hace siglos que querías ver, un buen consejo de una persona que aprecias, una noche de verano en la playa, el olor de la primavera, el vestido azul que me hacía parecer una princesa, que te callen con un beso, que te abracen cuando más lo necesites, entenderte con tu mejor amiga sin necesidad de palabras, comer más azúcar del debido pero no sentirte culpable por ello, escuchar esa canción especial, que te susurren al oído “te quiero tal y como eres”.

Hay recuerdos que aparecen en tu cabeza así sin más, sin previo aviso. Que si vienen por casualidad se irán de la misma manera. Pero a veces son esos recuerdos los que cambian tu realidad.

Deja de preguntarte ¿por qué?

y empieza con el ¿y por qué no?

Y me gusta fingir

que aún soy una niña, para poder volar hasta lo más alto sin necesidad de alas.

Existen muchas personas

a las que no puedo permitirme perder. Porque me han enseñado a ser quien soy. A comportarme. Han crecido a mi lado. Me han aconsejado. Me han regañado. Me han echo reír. Me han ayudado. Y tantas y tantas cosas...
Una de esas personas eres tú pequeña. Gracias por todo, gracias por ser más que una amiga, una hermana.

Seamos realistas

lo nuestro está lleno de defectos, ¿pero sabes qué? Eso es lo que lo hace tan perfecto.

La felicidad...

¿Qué es? Es llorar de la risa o reír llorando. Es ir de compras con tu amiga del alma. Es comer chocolate aún sabiendo que no deberías. Es ver tu película favorita miles de veces y que te siga gustando tanto como la primera vez. Es su sonrisa. Es comer algodón de azúcar sólo porque de niña lo hacías. Es nadar en el mar un día soleado de verano. Es que te callen con un beso. Es bailar bajo la lluvia.
La felicidad está en todas partes. Sólo falta que salgas a buscarla.

Y el mar se llevó en un suspiro,

todos los problemas y momentos ocurridos.

Siempre le damos la vuelta a las cosas,

hacemos difícil lo sencillo, mezclamos, comparamos, reiteramos... ¿Por qué? La vida es fácil. Simplemente vive y deja vivir, ríe, disfruta, aprende, sé tú. Y es que no hay que darle tantas vueltas. Sólo hay que ser feliz.

No es que no quiera ser una princesa,

pero es que si me comporto como tal tengo a mis pies a príncipes multicolores jurando que son azules.

Que si lo pido

las estrellas brillan de día, y el sol reluce en la noche. ´

Ya puede venir la locura,

que nadie conseguirá que me quepa alguna duda.

Las cosas pequeñas,

son las más importantes. Son las que marcan nuestro día a día. Pero el problema es que no siempre las buscamos en el lugar adecuado, a veces están donde menos las esperas.

Con el susurro del invierno en mi oído,

yo te busco, pero no te encuentro..

Es curioso

como habiendo tantas palabras como hay, yo sólo necesite tres. Que habiendo veintisiete letras en el abecedario, yo sólo diga seis.

Y el tiempo se detuvo,

pero sólo porque se lo pedí yo.

Hay días distintos,

sí, ya me entiendes, hay días de esos con los que te levantas con el pie derecho, sí, con el pie derecho, aunque tal vez con el izquierdo, quién sabe, realmente eso ni te importa.
Hay días que todo parece más bonito, que hasta el más mínimo detalle parece significar algo importante, todo transmite sensaciones.
Que sí, que hay días que el mundo rebosa de colores. ¿Y sabes qué? Tal vez eso sea porque esos días tú, brillas por encima del resto.

Y me quedé sentada

viendo los días pasar y en mi cabeza siempre la misma serenata "arriesgar suena arriesgado".
Pero sino arriesgas no ganas. Puede que pierdas, ¿pero si no lo intentas? Si no lo intentas... ya estás perdido.

Dicen que no se trata

de vivir para siempre, sino dejar algo que sí que lo haga. Os invito a dejar huella, a marcar la diferencia.

Bajo mi ventana

suenan una y otra vez los acordes de aquella primera canción, aquella que se convirtió en la primera mirada.

Mi nombre pendía en tus labios al mismo ritmo que las cuerdas de la guitarra, el nombre sonó como un beso y acabó convirtiéndose en eso mismo. Sentimiento tuyo y mío.

No me sueltes nunca,

porque yo nunca lo haré. Prometí ser tu mejor amiga, no lo olvido. Yo cumplo mis promesas. Prométeme que tú también cumplirás las tuyas.

A veces me pregunto

si estarás escuchando la misma canción que yo.

A veces el tiempo pasa rápido,

y tú con él. Y tus sueños, y tus ilusiones, tus promesas, tus planes... a veces el tiempo pasa volando. Y no me queda más remedio que volar con él.

¿Que estoy loca?

Sí, pero las mejores personas lo están.

Hola.

Hola cariño. Sólo quería darte los buenos días. Traerte el desayuno a la cama y despertarte con un beso. He comprado rosas, de ese color rojo que te gusta tanto. Están abajo. Estoy deseando ver tu rostro, tus grandes ojos oscuros. El cabello revuelto como un halo de un color chocolate a tu alrededor. Buenos días. Espero que sonrías. ¿Sabes te quiero verdad? No lo olvides. Buenos días princesa.

Every time you shine,

I shine for you.

Llamadme ilusa si queréis,

pero yo no me replanteo mi vida cada dos segundos como vosotros, yo tengo muy claro quién soy y quien seré.
Llamadme ilusa si queréis, pero yo no veo los días grises, yo los pinto de uno y mil colores.
Llamadme ilusa si queréis por no caer en la rutina, yo hago de cada segundo algo nuevo.
Llamadme así, una y otra vez. Llamadme ilusa si queréis, pero al menos yo soy feliz y tengo motivos para sonreír.

No sé por qué,

ni tampoco por qué no. Por qué se duda. Por qué ese “quizá” puede llegar a tanto. O a tan poco, según como se mire.

No encuentro una respuesta adecuada, ni una excusa  que me llegue al alma, sólo veo las verdades a mitad y las historias sin escuchar.

Y, a pesar de todas las dudas, de los pensamientos aquí o allá, de las idas o venidas.

A pesar de todo, y por muchas veces que me tropiece, iré siempre hacia delante, y sin mirar atrás.

No se trata de ver la vida en color de rosa.

No se trata de ir siempre con una sonrisa de oreja a oreja. Ni de hablar más alto que los demás, ni de vestir las ropas más caras. No se trata de tener millones de amigos, ni de soñar más que los demás. En absoluto.
Se trata, en cambio, de ver las cosas como son, tener los pies en el suelo. De reír con tanta efusión que te quedes sin aliento y se te salten las lágrimas. De escuchar más que hablar, de ser fiel a tu estilo, sea cual sea.
Se trata de tener muchos conocidos y mis amigos de verdad los cuento con los dedos de una mano. Y que por mucho que sueñes, lo realmente importante es sacar adelante esos sueños.

Un susurro,

estar inquieto, el tiempo vuela, parece un secreto. Un secreto que se cuela entre palabras, no se dice nada, excusas de cualquier otra llamada intencionada.

Y le susurré al viento,

que sin ti el tiempo es mi tormento.

Está loca, pero loca de atar,

confunde los lunes con los viernes y las matemáticas con el inglés.
Se atreve a mezclar rosa y rojo, se ríe de los problemas y les planta cara a las adversidades.
Llora cuando ríe y ríe cuando llora. Todo un caso.
Pero si algo tengo claro, es que no la cambio por nada.

Prometiste un para siempre.

Prometiste la luna, las estrellas y el sol. Me prometiste el mundo.
Y entre tantas promesas me di cuenta de que sólo te necesitaba a ti.

No hay nada imposible,

sólo cosas esperando a que tú las hagas posibles.

A mí me gustaría

cambiar algunas cosas. Sí, un cuento nunca es perfecto, así que ¿por qué no arreglarlo? Convirtamos a la bruja mala en una persona arrepentida. Al príncipe perfecto en un joven lleno de defectos encantadores. A la bellísima princesa en una chica de vida normal y sonrisa sincera. A los amigos sin voz ni voto en los cuentos en personas que dan útiles consejos. Convirtamos ese "vivieron felices y comieron perdices" en un carpe diem, hoy voy a ser feliz.

No pasa el tiempo,

si tú no quieres que lo haga. Tú decides. Tú eliges. Siempre. Porque al fin y al cabo eres tú quien vivirá tu vida, nadie lo hará por ti. Nadie sentirá lo que sientes, ni oirá lo que tú oigas. Nadie verá lo que tú ves ni creerá en lo que tú crees. Por eso mismo sé quien realmente eres. Sé tú siempre. Porque sino, nadie lo será por ti.

Siempre

nos dedicamos a buscar cosas a lo grande, sin darnos cuenta de que lo que realmente estamos buscando se encuentra en los pequeños detalles, que la vida se compone de esas pequeñas cosas que llenan tus días.

Hay días

en los que el mundo es mío. Sólo mío. Y lo dirijo como yo quiero, si quiero reír río más fuerte que el resto de personas, si quiero llorar lloro y cubro las estancias con mis lágrimas, si quiero saltar salto hasta llegar a lo más alto. Y te comunico que hoy es uno de esos días. Hoy el mundo es mío.

Gracias,

por no dejarme caer nunca en la rutina, por hacer de cada día algo nuevo, por hacerme reír a cada instante.
Gracias por ser distinto al resto de la gente, por sorprenderme en cada segundo, por creer en mí incluso cuando yo había dejado de hacerlo.
Gracias por esas palabras, los halagos, por las críticas constructivas, gracias por todo.

Me pierdo entre tus silencios.

Ahí, ¿los ves?

Ahí están, justo al otro lado de este muro. Todos mis sueños.
Están escondidos, esperando a que salte este último obstáculo y los cumpla uno a uno.
Y los miro y los vuelvo a mirar, y los busco y los quiero encontrar.
Creo que ya he esperado suficiente... sólo tengo que saltar este muro y luchar por ellos, por mí, realizarlos al fin.

Supongo que de eso se trata,

no olvidar las cosas que pasan, sino recordarlas sin que duelan. cubrir recuerdos con otros mejores, pues entre el tiempo vuelan.

Alguien me dijo una vez

que las historias más bonitas no son las más largas, ni las más sentimentales, no son las que se escriben intentando gustar a todo el mundo ni las más divertidas, las historias más bonitas son aquellas que se escriben con el corazón.
Las genuinas, las que son de verdad... sí, esa historia que yo quiero escribir a tu lado.

No esperes a que llegue el momento perfecto;

coge el momento y hazlo perfecto. Convierte las tímidas sonrisas en estridentes carcajadas, las miradas en saludos, sube la música y déjate llevar por ella, no dudes, no pienses.
Simplemente haz que cada momentos supere con creces al anterior.

Ven.

No dudes, no pienses. Sólo ven, seguiré aquí. No te pares, acércate ya. Puedes parar el tiempo, puedes ser tú. Tú y yo. Ven. No te detengas, no digas nada sólo mírame fijamente. Las cosas están como están. No se puede describir esta sensación. No hay palabras que me hagan creer en lo contrario. Ven. Sigue adelante. Un paso tras otro. Sabes que tenemos te quieros de sobra. Sabes quién soy y quien nunca seré. Por eso ven. Por cada momento. Por todo. Ven. Ven a mí. Créeme. Yo no te mentiré. Confía en mí. Sólo ven.

Suena a música.

A un acorde tras otro. A laaaaargos silencios entre medias. A palabras, tus palabras, mis palabras, sus palabras. Sonidos que pueden incluso parecer desafinados. Ratos vacíos, momentos intensos. A un hola y a un adiós. Sabe a tus besos. El olor de la primavera. Un secreto escondido que se lee entre líneas.
Suena a música, es música. Mi música.

Busquemos París.

Y perdámonos encontrándolo.

Yo no creo en cuentos de hadas,

aunque eso tal vez sea porque no soy una princesa.
No tengo los vestidos más bonitos, ni luzco las sonrisas más brillantes.
No pierdo zapatos de cristal a mitad camino, ni tengo tras de mi una corte de admiradores, mis amigas no son idílicas, no me han escrito jamás una canción, no llego a casa a medianoche ni tengo un hada madrina que cuide de mí.
No soy perfecta.
Pero, sin embargo, aunque no sean los mejores vestidos, a mí me gusta  mi ropa, y aunque no siempre sonría cuando lo hago, sonrío de verdad.
No pierdo zapatos porque tengo demasiada prisa como para retroceder a buscarlos, ni mucho menos espero que sea el perfecto príncipe el que lo encuentre y me lo traiga, mis amigas no son las típicas, están locas, chillan, cantan, me avergüenzan.. pero son las mejores, y aunque nadie me haya dedicado una canción tengo para mí miles y miles que parecen contar mi historia, llego a casa cuando me toca, y no necesito un hada madrina que espolvoreé polvo mágico sobre mí.
Porque la magia soy capaz de encontrarla por mí sola.