martes, 14 de abril de 2015

Escribirte poesía.

Hoy vengo a escribirte poesía, a vencer tus fronteras con mis manos, a decirte que eres los pies más bonitos que han andado en línea recta por el vagón de mi metro. 
Hoy vengo a leerte entre líneas, y a acariciar las cuerdas con las que ahorcas tus pesadillas. Al ritmo de mi guitarra, española.
Hoy vengo a ver tus sombras, y a ser tus luces, a contarte que aún sueño con la brisa que entrechoca las faldas con tus rodillas.
Maldita la prisa. La sangre, la cornisa. Maldita la suerte de tus bailes, y tus zancos y la sonrisa gitana que asoma por tus mejillas.
Hoy vengo a coordinar tus letras, y a mezclar tus pasos, y a perder la cabeza por el más mínimo roce de muñecas. Vengo a venderte mi labia, mi rabia, mi magia, a hacer contigo que las palomas, sigan envidiando tus alas. 
Déjame besarte las cicatrices a golpe de tinta, y dibujarte a pulso, a golpe, a carboncillo. Deja que sea tu alivio. 
Deja que acabe con todas las siluetas, y los rincones, deja que volemos entre plumas y trajes, entre cintas y encajes. 
Déjame ser tu acorde. Tu risa, tus bordes. 
Hoy vengo a escribirte poesía al compás de tus notas, de tus medidas, deja que te diga que sigues siendo los pies más bonitos que han cruzado mis pasos.

Hoy vengo a escribirte, poesía.