domingo, 5 de octubre de 2014

All I want.

Mira... que yo sé de sobra eso de las idas y las vueltas, de todas esas veces que no te salen las cuentas, cuando dices adiós pero en verdad no te vas, de eso que no ves pero miras de sobra todo lo que ha quedado.
Que me sé de memoria todo eso de amores idiotas, de perdidos al río, y de que al apostar se gana, pero a día de hoy sólo queda música amarga que me acuna las noches de lluvia. Voces perdidas. De tiempos que vienen y van. De un hoy, sin mañana.
Y dice Leiva, "que en mis días de autodestrucción no hay perro que me ladre", ni que me muerda, ni que me persiga, ni hay quien diga que si das por hecho el momento, este se te va de las manos.
Que todo lo que quiero es una mano a la que acogerme, o una razón para no volver a andar de puntillas, de caer a destiempo, o de negar que los suspiros se van cuando vienes.
Me pierdo. Por las aceras, por los tejados, contando las pecas de tus mejillas. Me encuentro. En el espejo, en las mañanas, en el color de otros ojos. Y es que soy de cualquiera que se llame nadie, y hable como tú. ¿O no?
Sabemos de sobra eso de que quien calla otorga, y que quien ríe el último ríe mejor, y está en eso, reír, y reír juntos. Y no saberse a la perfección el sabor agridulce de cada sí, pero no. Pero sí, perfectamente, el sonido de quien dice quedarse y acaba haciéndolo.
'Cause all I want is nothing more, to hear you kocking on my door.'

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