viernes, 8 de julio de 2011

CAPÍTULO SIETE.

-No te muevas.
Los dedos de Carlos me quitaron una brizna de hierba del cabello.
-Gracias.-Dije mecánicamente.
Deposité la bandeja con  la cena en la mesa y me senté en la silla.
Bettie se sentó a mi lado.
-¿Estás bien?-Susurró.
Asentí con la cabeza.
Empecé a comer el pescado en silencio, sin intervenir en la conversación.
Cuando terminé el pescado me tomé un yogur.
Una vez terminada la cena cogí la bandeja y me levanté.
Tiré las sobras a la basura, y les di a las cocineras los platos sucios.
Luego pasé por la sala de juegos, abrí la nevera y saqué una botella de almar, y rellené un vaso de éste.
Regresé a la habitación, aún con el vaso en la mano, y una vez allí lo dejé en mi mesilla.
“Ojalá Lena estuviera aquí”-Pensé.
Suspirando me llevé el vaso a los labios y me sumergí en un sueño profundo.

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