domingo, 17 de abril de 2011

CAPÍTULO 4.

-¿Qué tal el día?, ¿qué has hecho?-Preguntó Bettie con una sonrisa cuando entró en la habitación.
Sonreí.
-Fui a ver a Gastor.-Dije mientras ella dejaba los libros sobre la mesa de estudio.
-¿Te perdiste?-Preguntó.
-No, Eric me acompañó.
Bettie me sonrió.
-Creo que me gusta.-Admití.
-¿Eric?-Preguntó Bettie con voz monocorde.
-Sí.-Me puse roja como un tomate.
Bettie se giró para mirarme.
-Lo siento mucho.-Dijo.-Tiene novia.
Algo en mí se enfadó y desmoronó.
-¡Ah!-Musité.
Me miré el espejo cuando llamaron a la puerta.
-Yo voy.-Dijo Amalia.
Escuché el chasquido de la puerta y pasos, así que salí del baño para ver quien entraba.
Eric.
-Hola Carina, tenemos clase, ¿recuerdas?
-¡Oh!, es cierto, lo siento, no me acordaba, ¿tengo que llevar algo?
-No, allí te lo darán todo.
Asentí.
-Nos vamos, adiós Amy, adiós Bettie.
Salimos de la habitación para subir las escaleras.
Ninguno de los dos hablamos.
Una vez en el piso de arriba, Eric me señaló una puerta.
Entré.
Era una clase de mediano tamaño, pero repleta de jóvenes.
Me senté en un pupitre que había por el centro.
Entonces recordé que no había venido sola, ¿dónde se había metido Eric?
Eric estaba hablando con una chica de esas de portada de revistas, esas que hacen que te sientas inferior.
El profesor llegó en ese momento, y mandó a todos a sentarse.
Entonces la chica que había estado hablando con Eric se sentó detrás de mí, y empezó a hablar.
-Hola.-Murmuró. -¿Has venido con Eric?
-Emm, hola y sí, me ha acompañado.-Contesté.
La chica me miró como si fuese tonta.
-Pues que no se repita, aquí todo el mundo sabe que Eric es mi novio, ¿vale?
Me quedé un poco rara.
Bettie me había contado que Eric tenía novia, pero ni se me había ocurrido que fuese la chica de las piernas kilométricas.
La miré otra vez.
Tenía una oscura y ondulada melena bastante larga, la piel clara, y los ojos azul cielo.
Era alta, y muy sexy.
Llevaba una falda de volantes color rosa pastel, y una camiseta blanca cogida al cuello.
También llevaba unas manoletinas blancas con lacitos, y un turbante rosa claro.
Parecía perfecta.
Hice una mueca, me gustaba Eric, pero nunca podría competir contra una chica así.
El profesor salió entonces de la clase, y Eric se acercó a nosotras.
-¿Ya os conocéis?, ¿no?-Preguntó con una sonrisa.-Carina esta es Rubí.
Vaya, hasta su nombre era bonito.
Rubí pasó una mano por los hombros del joven, mientras sonreía tontamente.
-¡Oh!, Eric eres tan encantador…
Aparté la vista de ambos, para evitar vomitar, y no sentir ese dolor tan horroroso.
Sin embargo, Eric me llamó.
-Dentro de dos semanas vamos a ir al cine, ¿te quieres venir Carina?-Me preguntó.
Rubí hizo un mohín antes de protestar.
-Pero Eric, íbamos a  ir nosotros solos.-Le dijo.
-Sí, lo sé, pero será más divertido si va más gente, podemos decírselo a Norman, a Stacie…-Contestó el joven.
Rubí no sabía muy bien como salir de ahí.
-Claro que iré.-Contesté con una sonrisa. Por molestarla lo que sea.
El profesor entró de nuevo en clase, y Eric volvió a su sitio, mientras Rubí, echa una fiera, empezó a hablar conmigo otra vez.
-No vengas al cine novata.-Me dijo.- ¿No has oído lo que te he dicho antes?, Eric es mío y solo mío, ¿vale?, y no te entrometas niña.
Me giré y le aguanté la mirada.
-Voy a ir, y no me lo vas a impedir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario